CALOR EXTREMO

El calor extremo es un período de mucho calor y humedad con temperaturas superiores a los 90 grados durante al menos dos o tres días. Por lo general, se producen como consecuencia de una exposición prolongada a altas temperaturas o a causa de la realización de un esfuerzo físico extenuante bajo temperaturas elevadas. En condiciones de calor extremo, su cuerpo trabaja más duro para mantener una temperatura normal, lo que puede provocar la muerte.

Se denomina calor a la energía en tránsito que se reconoce solo cuando se cruza la frontera de un sistema termodinámico.​ Una vez dentro del sistema, o en los alrededores 
(si la transferencia es de adentro hacia afuera) el calor transferido se vuelve parte de la energía interna del sistema (o de los alrededores). El término calor, por tanto, se debe entender como transferencia de calor y ocurre cuando hay diferencia de temperatura entre el sistema y su entorno, o entre dos zonas del sistema. Si bien las leyes o principios de la Termodinámica no establecen una dirección para el proceso, empíricamente se observa siempre que el calor fluye de la región a mayor temperatura hacia la región a menor temperatura. El flujo neto de calor entre dos sistemas a la misma temperatura es nulo, lo que se interpreta en que ambas regiones intercambian calor mutuamente con idéntica rapidez.

Causas: La ola de calor es una situación atmosférica que produce unas temperaturas extremadamente altas en relación con la media de la época y que duran más de un día. Se forman por invasión de masas de aire muy cálido o bien por la permanencia prolongada de una de estas masas en una determinada zona.

Las olas de calor son habituales en verano y provocan unas temperaturas extremas que pueden llegar a ser incluso peligrosas en algunas ocasiones. Desde un punto de vista científico, se habla de una ola de calor cuando se produce un intercambio consecutivo entre masas de aire frío y caliente. El principal responsable de estas variaciones en la temperatura es el cambio climático.

Según la Agencia Estatal de Meteorología (AEMET) se considera una ola de calor a "un episodio de al menos tres días consecutivos, en que como mínimo el 10% de las estaciones consideradas registran máximas por encima del percentil del 95% de su serie de temperaturas máximas diarias de los meses de julio y agosto del periodo 1971-2000".
Además, según la AEMET es importante saber que no se puede hablar de olas de calor simplemente cuando las temperaturas son muy altas. Habrá que comparar los umbrales de temperatura de las regiones afectadas y valorar si estos se encuentran entre las cifras 'normales'.

Una ola de calor se forma cuando una masa de aire cálido que llega de otro continente se posa sobre una región durante varios días o incluso semanas, alterando las temperaturas, alcanzando así, máximos poco habituales. En el caso de España, la cercanía a África hace que su clima cálido y sus altas temperaturas también lleguen a la Península en determinadas ocasiones.

No obstante, no hay que relacionar una ola de calor con altas temperaturas, también deben de durar varios días, o incluso semanas, y que estas sean más altas de lo habitual en la época del año en la que se encuentre la zona afectada.



Consecuencias: A parte de tener un impacto en la economía, las olas de calor pueden tener fuertes consecuencias entre los ciudadanos, especialmente entre los grupos vulnerables, como los ancianos o los niños.

Además, es esencial la hidratación constante y evitar el consumo de alcohol que acelerará la deshidratación. Permanecer en la sombra o lugares frescos será algo necesario, para no estar expuestos al sol durante un tiempo prolongado, especialmente cuando las horas de calor sean más intensas.

La piel reaccionará de una manera distinta, y podrán salir edemas, quemaduras o sarpullidos, por lo que se recomienda llevar ropa ligera para evitar acumulaciones de sudor.

El calor intenso puede provocar una insolación y por consiguiente, un fuerte dolor de cabeza. También mareos, desmayos o calambres que se deberán de calmar permaneciendo en ambientes frescos y haciendo uso de la hidratación continua. Además, la exposición prolongada al sol tiene como consecuencia el agotamiento o la debilidad.

La situación más grave producida por las altas temperaturas es un golpe de calor, caracterizado por la pérdida de conciencia, la subida extrema de la temperatura corporal o la presencia de calor y la sequedad en la piel. Por ello, es recomendable llamar a los Servicios de Emergencia, siempre que se trate de una situación como esta.


Como medir la magnitud de una ola de calor: la temperatura es una magnitud referida a la noción de calor medible mediante un termómetro. En física, se define como una magnitud escalar relacionada con la energía interna de un sistema termodinámico, definida por el principio cero de la termodinámica. Más específicamente, está relacionada directamente con la parte de la energía interna conocida como energía cinética, que es la energía asociada a los movimientos de las partículas del sistema, sea en un sentido traslacional, rotacional, o en forma de vibraciones. A medida que sea mayor la energía cinética de un sistema, se observa que este se encuentra más «caliente»; es decir, que su temperatura es mayor.

Alertas de calor:  
  • Alerta verde: No tiene efecto alguno sobre la salud humana ni de cualquier otro ser vivo.
  •  Alerta amarilla: tiene un efecto leve - moderado, puede ser peligroso, sobre todo para los grupos de riesgo, tales como, los bebes y niños pequeños, personas mayores de 65 años y enfermos crónicos.
  •  Alerta naranja: tiene un efecto moderado - alto, puede ser muy peligroso para los diferentes grupos de riesgo, especialmente, los bebes y niños, las personas mayores, algunas especies animales y vegetales. 
  • Alerta roja: tiene un efecto muy peligroso, puede afectar a todas las personas saludables, marchitar algunas plantas y perjudicar algunos animales.


Fuentes: